¿Muero o me mueren?

Estoy repasando el noticiario ¡Hay que ver las cosas que suceden! Ríos de tinta se escriben en los periódicos, miles de palabras se dicen en la radio y televisión. Narran la barbarie, guerras, exiliados, niñas y niños, pateras, Mediterráneo, fronteras, alambradas, expulsan refugiad@s, Europa…Difícil no asimilar estas palabras, sin que se te haga un nudo la garganta y se sobrecoja el corazón ¡¡¡Qué cantidad de personas mueren todos los días!!! ¿¿Mueren??

La muerte se puede definir como un evento obtenido como resultado de la incapacidad orgánica de sostener la homeostasis. Dada la degradación del (ADN) contenido en los núcleos celulares, la réplica de las células se hace cada vez más costosa. Fallecer, expirar, fenecer, perecer, subir al cielo, palmarla, pasar a mejor vida, sucumbir…son sinónimos de morir. Siempre intransitivo y pronominal. Yo la palmo, jamás me palma nadie.

“Decenas de inmigrantes mueren en el interior de un camión en Austria”, es una de tantas frases que leo o escucho ¿Est@s inmigrantes sufrieron incapacidad orgánica para sostener su homeostasis, y murieron de forma pronominal? Que una guerra les empujara a salir del país con sus hijas e hijos y pocas pertenencias a los hombros, y tuvieran que recorrer miles de kilómetros, sin apenas alimento, sin agua, lidiando con bombas, con alambradas asesinas, con fronteras llenas de ejércitos dispuestos a golpear por el simple hecho de cruzar una línea, al parecer, dibujada en un papel, no debió influir demasiado en la degradación del ADN contenido en sus núcleos celulares. Que traficantes humanos, les introdujeran en camiones un@s encima de otr@s como si fueran palets de frutas, trasladas al mercado, no debió provocar que la réplica de sus células se hiciera cada vez mas costosa.

El titular es “MUEREN”, en pronominal e intransitivo.

Si mi pareja estuviera aquí a mi lado, alucinaría con estos titulares, y esta asquerosa forma de no llamar a las cosas por su nombre, a él siempre le ha indignado que no se llamaran las cosas por su nombre, “al pan, pan y al vino vino”, solía decirme. Por desgracia no está junto a mí, él decidió “morirme”.